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Quick Step, a la conquista del mundo. Temporada 2013 (II)
By sergio 15:57 Campeonatos Nacionales , Clásica San Sebastián , Dauphiné , Giro d'Italia , PCM13 , Quick Step , Season 2013 , Tour California , Tour Francia , Tour Suisse
MAYO
El mes de mayo venía marcado por la disputa de la primera de las 3 Grandes Vueltas: el Giro d'Italia. A él acudía con Alberto Contador como jefe de filas absoluto con la presencia de Talansky y Pinot como lugartenientes de auténtico lujo. Joaquín Rodríguez y Nibali iban a ser los rivales principales del pinteño en la lucha por su segundo Giro. Y lo cierto es que hasta la etapa 15, la del final en el Galibier, todo marchaba bastante apretado, con los 3 favoritos en menos de 2 minutos. Las mejores prestaciones de Contador en la contrarreloj le habían servido para neutralizar la ventaja obtenida por el catalán de Katusha en las primeras etapas, cuando un recorrido de finales explosivos le habían servido para acumular una exigua renta a base de bonificaciones. Sin embargo, ese día todo salto por los aires cuando Contador decidió, a pie del Télégraphe y con más de 30 kilómetros de ascensión por delante, lanzarse a por una grandiosa victoria, un triunfo que finiquitase el Giro y resultase inolvidable. Una victoria memorable. La insensata imprudencia del jefe de filas de Omega Pharma hace dudar a sus rivales que cuando quieren salir a por él ya pierden más de 1 minuto. Ya en las rampas del Galibier, pasado Plan Lachat, la fatiga hace ceder primero a Nibali y finalmente a Joaquín Rodríguez que, al final cede 2'30" con el líder (casi 4' cede el jefe de filas de Astana). Contador ha dado un golpe casi mortal al Giro en el día más importante, en el puerto más mítico. Días más tarde, en la crono, lo refrenderá con una nueva victoria y ya con la carrera sentenciada, en las Tres Cimas de Lavaredo consumará su tiránico dominio sobre la carrera con una cuarta victoria parcial así como el asalto al maillot de la montaña lo que, unido a su victoria en el de los puntos, le otorga la victoria final en las 3 clasificaciones generales más importantes, algo que sólo había hecho un tal Eddy Merckx en 1968.
Pero la gran sorpresa del mes y casi de la temporada la iba a protagonizar Ion Izagirre en el Amgen Tour of California. Con un cartel de favoritos que hacía palidecer al del Giro (muchos de los capos que no estaban en la ronda italiana habían acudido a California dispuestos a reiniciar su marcha hacia el Tour), el vasco de Omega Pharma iba a protagonizar un insólito desenlace de la carrera después de que el primer día la fuga en la que se había filtrado con el único objetivo de conseguir una victoria parcial, consiguiese en meta una injustificable ventaja ¡¡de 20 minutos!! Ni que decir tiene que en los siguientes días lo más que consiguieron los Froome, Mollema, Evans y demás fue reducirla a algo menos de la mitad y porque Izagirre corrió con la calculadora, dejando hacer. Una victoria absolutamente inesperada que hizo que la muy meritoria de Chavanel en el Tour de Belgique supiese a simple menú del día.
Contador sentencia el Giro d'Italia'13 en la subida al mítico Galibier |
Las últimas semanas de la primavera traían ya el rumor cada vez menos lejano del gigante que se acercaba: el Tour de Francia aguardaba a la vuelta de la esquina pero hasta entonces había que cubrir algunas etapas en la preparación. En Dauphiné, un sorprendente Barguil copiaba la ya conocida como "Maniobra Izagirre". Las bonificaciones y la contrarreloj que le habían dado a su compañero Thomas el liderato, le habían mandado a él al pozo de la general. Perdido en mitad de la tabla, a más de 3' del líder, nadie dio importancia al hecho de que se filtrase en la escapada del día camino de la cima de Valmorel, el quinto día de carrera. Cuando el pelotón, condescendiente en grado sumo hasta entonces, quiso darse cuenta era demasiado tarde: el francés era líder de la general ¡¡con otros 20 minutos de ventaja!! Si quitarle el liderato a Izagirre en California había sido imposible que decir de Barguil, aún mejor escalador que el vasco. El Atraco Perfecto se había consumado y Barguil, con 21 años tan solo, conseguía su primera victoria en una general final y era en una prueba del prestigio de Dauphiné.
No tuvo tanta suerte, sin embargo, el otro joven francés del equipo en Suiza: Pinot conseguía un meritorio 2º puesto en la general final tras Valverde pero por delante de Evans, Mollema, Urán o Rui Costa. Sin la libertad de maniobra de su compañero, había estado muy por encima de lo esperado. Mientras, Jesús Herrada aprovechaba una discreta participación en Route du Sud para hacerse con su primera vuelta por etapas en profesionales.
También hubo suerte dispar en los campeonatos nacionales. Contador (España), Capecchi (Italia) y Chavanel (Francia) consiguieron sus respectivos maillots como campeones nacionales contrarreloj mientras que Hermans (Bélgica), Pinot (Francia) y Stybar (Chequia) era el aceptable botín de los campeonatos en ruta. Aru fue un digno 2º tras Nibali, en Italia, Terpstra no pudo con Boom y Gesink en Holanda y fue 3º mientras que la ausencia de Contador y el bajo momento de forma del resto en España dejó vía libre para que Koldo Fernández-de Larrea se proclamase campeón. En EEUU, Phinney pecó de exceso de confianza y consintió que un semidesconocido Josh Berry le arrebatase su maillot de Capitán América.
También hubo suerte dispar en los campeonatos nacionales. Contador (España), Capecchi (Italia) y Chavanel (Francia) consiguieron sus respectivos maillots como campeones nacionales contrarreloj mientras que Hermans (Bélgica), Pinot (Francia) y Stybar (Chequia) era el aceptable botín de los campeonatos en ruta. Aru fue un digno 2º tras Nibali, en Italia, Terpstra no pudo con Boom y Gesink en Holanda y fue 3º mientras que la ausencia de Contador y el bajo momento de forma del resto en España dejó vía libre para que Koldo Fernández-de Larrea se proclamase campeón. En EEUU, Phinney pecó de exceso de confianza y consintió que un semidesconocido Josh Berry le arrebatase su maillot de Capitán América.
Barguil, con el injustificable consentimiento del pelotón, sentencia la Dauphiné en la etapa 5, camino de Valmorel |
JULIO
El 29 de junio comenzaba en Porto Vecchio la gran cita ciclista del año, el acontecimiento que todo lo puede: el Tour de Francia. Contador acudía como gran favorito, rodeado encima por lo más granado de su guardia pretoriana: Pinot, De Gendt y Barguil debían escoltarle en la montaña mientras que Phinney, Boonen, Terpstra y Thomas eran toda una garantía para el llano. Chavanel completaba, como "chico para todo", el primer 9 de Omega Pharma para el Tour. Una auténtica constelación de superstars al servicio de una única causa.
Sin embargo un pequeño error en la planificación de los picos de forma cometida en el inicio de la temporada iba a condicionar el desarrollo de la carrera. Aún acostumbrándome a la nueva interfaz había colocado el pico de forma de Contador en la primera semana y había obviado las dos siguientes. Por eso desde un primer momento intenté acumular segundos de ventaja donde fuese sabedor de que la última semana se me iba a hacer muy larga. Así, ya desde la etapa 3, con final en Calvi, aproveché el descenso de un puerto de segunda para conseguir mis primeros 50" de ventaja y de paso el maillot amarillo. Sin embargo dos días después, en la crono por equipos, un primer varapalo: 38" perdidos y el maillot que pasa a espaldas de Gilbert. Aunque el verdadero drama estuvo a punto de desencadenarse al día siguiente. Intentando repetir la maniobra del tercer día, esta vez junto al líder, Contador se va al suelo y arrastra con él al belga de BMC. Ambos pierden contacto con el pelotón y sólo un titánico esfuerzo del pinteño logra salvar la situación sin pérdida de tiempo y, además, consiguiendo el maillot amarillo pues Gilbert, algo más relajado, no logra enlazar. Ya en Pirineos y sin que la caída haya traído mayores consecuencias, Contador decide poner patas arriba la carrera en la subida a Ax3 Domains y probar a sus rivales. Sólo un abnegado Froome consigue mantener el tipo y ceder apenas 24". El resto llegan derrotados evidenciando que el Tour es cosa de dos. Pero aunque el líder goza de cierta ventaja es en los Alpes donde la carrera se va a jugar de verdad. Contador incrementa su botín en una agónica subida al Mont Ventoux donde Froome le pone contra las cuerdas (15") y sobre todo en la crono de Chorges (1'03") pero el efecto del error de planificación se deja sentir ya en la etapa de Alpe d'Huez, donde Nairo y Froome le recuperan 24", y en una dramática ascensión a Annecy-Le Semnoz el penúltima día, en la que Froome suelta a Contador a 5 kilómetros y la victoria en la general empieza a verse realmente amenazada. A base de oficio, el pinteño logra ceder sólo 43" y mantiene el jersey amarillo por 1'19". El Tour se ha ganado, ha costado pero se ha ganado y Contador hace historia consiguiendo el doblete Giro-Tour, como ya hicieran Coppi (1949 y 1952), Anquetil (1964), Merckx (1970, 1972 y 1974), Hinault (1982 y 1985), Roche (1987), Indurain (1992 y 1993) y Pantani (1998). Un hito histórico que le convierte en uno de los más grandes.
Y mientras el Tour se corría, Talansky se medía sin éxito a Nibali, único de los capos que no acudió a la ronda francesa, en el Tour de Polonia. El americano, 2º en la general final, no pudo con el italiano que ya miraba a la Vuelta como su próximo objetivo. De igual manera, Visconti tampoco pudo superar a Dani Moreno, sorprendente vencedor de la Clásica de San Sebastián. Y digo sorprendente porque en el grupo que se jugó la victoria final estaban Purito, Valverde, Gilbert o Daniel Martin, todos ellos, a priori, más rápidos que el madrileño de Katusha.
Pero además julio es el mes en el que se firman los nuevos contratos en el mundo del ciclismo y una vez que supe que ni Ben Hermans ni Van Keirsbulck renovarían y viendo que Pinot ponía unas condiciones extremas para quedarse que yo no pensaba aceptar, decidí moverme y firmar unas jugosas incorporaciones. Majka y Eijssen llegaban para apuntalar el equipo en la montaña pero la gran incorporación era el alemán Degenkolb, que sorprendentemente había aceptado una oferta muy por debajo de lo que cobraba en Argos-Shimano. Sus excelentes prestaciones como sprinter y su notable presencia tanto en Flandes como en Roubaix le habían colocado en mi punto de mira con un único objetivo: firmar al heredero de Boonen.
Contador y Froome miden sus fuerzas, a golpe de ataque, en la subida al Mont Ventoux. El Tour se acaba... |
FIN DE LA SEGUNDA PARTE
Próximo post: desenlace de la temporada 2013 (Vuelta a España, Campeonato del Mundo, Il Lombardía...)
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Quick Step, a la conquista del mundo. Temporada 2013 (I)
By sergio 12:58 Amstel Gold Race , Flecha Valona , Lieja-Bastogne-Lieja , Milán-San Remo , París-Niza , París-Roubaix , PCM13 , Quick Step , Season 2013 , Tirreno-Adriático , Tour Flandes , Volta Cataluña , Vuelta País Vasco
De siempre, las líneas maestras que han regido la planificación de mis temporadas del PCM han sido las 3 Grandes Vueltas y Los 5 Monumentos junto al Mundial de ruta. Aquí fijaba mis objetivos principales y el resto de la temporada quedaba, sin desdeñar ninguna posible victoria, supeditada a ellos. Pues bien, en este proyecto de Omega Pharma, en el que además incluía la variable de trabajar a largo plazo con alguno de mis corredores, esos puntos de inflexión quedaban aún más reducidos. Así, Boonen afrontaba en el primer tercio del año la responsabilidad de capitanear al equipo en San Remo, Flandes y Roubaix mientras que Contador le sucedería como figura de referencia a partir de mayo buscando el doblete Giro-Tour. Estos cinco puntos claves serían los que medirían el éxito o fracaso de la temporada ya que la presencia de Ulissi-Moser en el Tríptico de las Árdenas y la bicefalia de Talansky-De Gendt en La Vuelta no podía garantizar más que actuaciones dignas y fases de aprendizaje quemadas.
Con estos mimbres arrancó la temporada 2013 en Australia. Y esta es la crónica, mes a mes, de mi primer año al frente de Omega Pharma-Quick Step.
Con estos mimbres arrancó la temporada 2013 en Australia. Y esta es la crónica, mes a mes, de mi primer año al frente de Omega Pharma-Quick Step.
ENERO-FEBRERO
Como ya apuntaba en uno de los pies de foto de la entrada anterior, el año no pudo empezar mejor, con el dominio absoluto de la dupla Chavanel-Debusschere en el Tour Down Under. El francés, vencedor en 4 etapas, se proclamaba además y por lógica, vencedor final. Para mi joven velocista quedaban las otras dos etapas disputadas. Un brutal 6 de 6 para empezar.
Ya en febrero, Contador iba a madrugar para conseguir sus primeras generales (Algarve y Andalucía) mientras que Boonen, triunfador en Omloop, sólo podía ser 6º al día siguiente, en la Kuurne. Eran días en los que el Gran Tommeke rodaba con la vista puesta en San Remo. Geraint Thomas (GP Marsellaise), Roelandts (Laigueglia) y Van Avermaet (Le Samyn), engordaban el botín de Omega Pharma ese primer mes de competición en el que Capecchi no pudo con Dani Moreno en el GP Lugano pero junto a Ulissi firmaba un doblete en el podio, eso sí, en los cajones más bajos.
Contador, que ya había ganado en Algarve, sentencia en Andalucía en la llegada a Ubrique |
MARZO
Las grandes citas del último mes del invierno dejaron sensaciones contradictorias. Contador se iba a mostrar intratable en París-Niza, donde se impondría tanto en La Montagne de Lure como en la cronoescalada final al Col d'Eze. Mientras, Talansky hacía lo que podía en Tirreno-Adriático y firmaba un honroso 4º puesto en la general final, por detrás de Nibali, vencedor final, Valverde y Evans. Que Roche, Froome, Betancur o Scarponi quedasen por detrás otorgaba su justo valor al logro del joven americano.
La gran decepción, sin embargo, fue la Milán-San Remo. Incapaces de romper la carrera tanto en el Poggio como en la Cipressa, mis chicos veían como sus opciones de podio quedaban reducidas a la nada, diluidas en un sprint masivo en el que un exhausto Boonen no pasaba del 14º puesto. Cavendish era el vencedor final. Tampoco le fue mucho mejor a De Gendt en La Volta. 13º, muy lejos tanto en puesto como en tiempo del vencedor final, el colombiano Nairo Quintana y sin llegar a brillar realmente en ningún momento.
Estas luces y sombras marcaron el resto del mes también en las pruebas menores. Así, por ejemplo, nos encontramos con que Boonen fue capaz de imponerse a Sagan y Cancellara en el E3 Harelbeke pero era derrotado por el suizo en Gante-Wevelgem. Phinney (Ronde van West-Vlaanderen), Hermans (Nokere), Offredo (Handzame), Chavanel (De Panne) y Visconti (GP Miguel Indurain) firmaban el resto de victorias. Sin embargo Ulissi no podía con Sagan (Eroica) igual que Izagirre era incapaz de rematar frente a Boasson-Hagen (Roma Maxi Classic) o Thomas frente a Geniez (Critérium Internacional) y Degenkolb (Dwars door Vlaanderen)
El grupo de favoritos afronta el tramo decisivo del E3 Harelbeke |
ABRIL
El Mes de las Clásicas comenzaba de manera dramática. En el Tour de Flandes un agónico sprint entre Sagan y Chavanel se resolvía en favor del eslovaco casi cuando un excelso Sylvain levantaba los brazos viéndose vencedor después de que ambos hubiesen soltado al resto de favoritos en el último paso por el Patterberg. Una semana más tarde, el amargo trago de la derrota se tornaba en el dulce aroma de la victoria luego de que Boonen se proclamase Rey Absoluto de Roubaix con su quinta victoria en El Infierno del Norte. Un demoledor ataque en el Carrefour de l'Arbre le había permitido presentarse en solitario en el Velódromo haciendo historia y obligando a De Vlaeminck a abdicar en favor de El Heredero. Ya en la segunda quincena del mes un desairado Chavanel conseguía una extraordinaria victoria en Amstel por delante de Sagan y Valverde. Más discreta era su participación en Flèche Wallonne, 11º justo por delante de su compañero Ulissi, aunque al mismo tiempo que el vencedor Evans en un concurridísimo (y decepcionante) sprint en el muro de Huy. El italiano también iba a ser el mejor Omegaboy en Lieja, 7º, donde el inexplicable conformismo de los favoritos permitía a Gilbert conseguir su segunda Doyenne.
Mientras tanto, Contador certificaba su dominio absoluto sobre las vueltas de una semana imponiéndose a Valverde y Evans en País Vasco y consiguiendo un pleno antes de descansar hasta el Giro (3 de 3 para el pinteño). Boonen (Scheldeprijs), Offredo (GP Pino Cerami) y Chavanel (Flèche Brabançonne) firmaban el resto de victorias del mes mientras que Barguil, 4º en Trentino tras Joaquín Rodríguez, vencedor final, Gallopin y Basso; y Ulissi 9º en Romandie, muy lejos del vencedor, el británico Chris Froome, firmaban dos discretas actuaciones que confirmaban lo que ya sospechaba al principio del año: queda mucho camino por recorrer con estas jóvenes promesas.
Boonen revienta la París-Roubaix'13 con un ataque sin levantarse del sillín en el Carrefour de l'Arbre |
... y esto se para por ahora. Volveremos muy pronto con la segunda parte de la temporada 2013.
FIN DE LA PRIMERA PARTE
FIN DE LA PRIMERA PARTE
Breve crónica de un silencio, prólogo de una nueva etapa
By sergio 15:23 PCM13 , Quick Step , Season 2013
El 21 de julio de 2014 publicaba mi última entrada en este blog. Han pasado 9 meses desde entonces. Después de aquel sofocante lunes veraniego me tuve que enfrentar a una terrible evidencia que hasta ese momento había pretendido ignorar: había cometido la mayor de las torpezas al crear mi DB de la temporada '89 para el infame PCM2012, justo el mismo del que había renegado en los albores de esta aventura bloguera. Y, aunque mi fervor por el ciclismo ochentero me había llevado mucho más allá de lo razonable dándole una segunda oportunidad al juego, la realidad se había acabado mostrando de lo más tozuda. Por eso, después de que en ese ya lejano 21 de julio viese como la etapa reina de París-Niza, con final en Mente, se resolvía con un frustrante sprint de 60 corredores, decidí que había llegado el momento de poner punto y final a una relación que estaba claro que nunca iría a ninguna parte. Desde entonces PCM2012 coge polvo en mi estantería bajo la promesa de no volver a ser abierto jamás. Eso sí, Reynolds '89 no ha dicho su última palabra y de momento tan sólo hiberna mientras aguarda el momento de volver a la luz.
La buena noticia, sin embargo, era que desde que unos meses antes, allá por diciembre de 2013, hubiese tenido que abandonar mi partida con Radioshack en PCM2013 por aquel bug con la Amstel Gold Race, habían salido un par de parches para el juego que, confiaba, solucionasen aquellos problemas. Por si esto fuera poco, un lamentable incidente con el ordenador me había obligado a renovarlo por completo así que ahora podía exprimir al máximo todas las opciones del juego gracias a mi nueva tarjeta gráfica y mi apabullante memoria RAM. Todo un caramelo al que era casi imposible decir que no.
De modo que con la decisión tomada de empezar una nueva partida en PCM13 ya sólo quedaba decidir qué tipo de partida iba a ser. Como ya os contaba cuando me puse al frente de Radioshack en mi primer intento, venía de dominarlo todo y a todos a lo largo de los años, de batir todos los récords y sólo vencer a los mejores se presentaba como un reto a la altura de los ya superados. Por otro lado y como ya también os conté, lo que más me seducía era la opción de crear mis propios campeones, de coger a algunos de los más prometedores ciclistas del momento y convertirlos, en 4 o 5 años, en superstars, en auténticas vedettes mundiales. Sin embargo no podemos olvidar que esto es un juego y uno juega, principalmente y puede que únicamente, para divertirse. Y perder nunca es divertido. Por lo menos perder más de lo debido. Así que al final mi nuevo proyecto se quedó en un territorio intermedio entre recurrir al viejo hábito de juntar pléyades de estrellas para acabar aburrido de dominar el mundo de los pedales y crear un equipo de imberbes figuras con los que tuviese que esperar dos o tres temporadas para obtener resultados. Por eso decidí que la solución pasaba por firmar a un par de figuras mundiales con los que apaciguar mi hambre de éxitos en las principales carreras y mientras dejar crecer a mis polluelos sin precipitaciones ni urgencias históricas.
Espectacular debut de Omega Pharma en Australia: ¡¡las 6 etapas repartidas entre Chavanel y Debusschere!! |
Llegados a este punto sólo quedaba decidir el mando de que equipo asumiría y para ello innové con un método que hasta ahora nunca había puesto en marcha. A saber, hice una lista con los 29 corredores que quería que compusiesen mi equipo y de aquel del que más tuviese, a ese dirigiría. Mi devota filia probelga acabó inclinando la balanza del lado de Omega Pharma-Quick Step y, de paso, despejando la única duda que en ese momento albergaba al respecto de la configuración de la plantilla: ¿Boonen o Cancellara?
Con el Dios Tommeke al frente, el otro Capitano de la nave belga iba a ser Contador, que llegaba a cambio del polaco Kwiatkowski, enrolado desde entonces en Tinkoff. Cuando recordé que había tenido al pinteño desde los tiempos de T-Mobile'05, decidí que iba a tenerle hasta el final de sus días como ciclista. Ese sería mi simbólico acto de agradecimiento al corredor con el que más he disfrutado en la última década.
Definidos pues los nombres que encabezaban el proyecto me moví entonces con presteza en el mercado de fichajes y firmé a aquellos jóvenes elegidos para liderar el ciclismo mundial en poco menos de un lustro. Así llegaron los franceses Barguil y Pinot, el americano Talansky y el italiano Aru como proyectos de vueltómanos. Mi idea era medir su crecimiento durante 2013 y descartar al menos a uno de ellos a final de temporada. De igual manera llegaron Ulissi y Moreno Moser a los que aspiraba a convertir en excelsos clasicómanos, sobre todo pensando en las Árdenas y Lombardía. Y, yendo un poco más lejos, porque no soñar con ver a alguno de ellos el día de mañana vestido con el maillot arcoiris.
De cara al pavés, mi verdadera pasión, reconozcámoslo ya, monté un auténtico Dream Team. Amén de darle el liderato a Boonen y de mantener en plantilla a Terpstra, Stybar, Chavanel o Van Keirsbulck; firmé a Van Avermaet, Roelandts, Offredo y sobre todo dos apuestas personales: Taylor Phinney, al que ya había elegido para el Radioshack, y Geraint Thomas. Consciente de que tal nómina de gallos era inviable a medio plazo, opté por una solución similar a la de los vueltómanos, esto es, observar la progresión de los más jóvenes (y el declive de los más mayores) e ir firmando renuncias en función de estos parámetros y también del dinero que pidiesen por renovar, claro está.
Terpstra se presentaba como uno de los más versátiles estiletes de OPQ. En Andalucía iba a conseguir su primera victoria |
Y junto a todos ellos un excelente elenco de secundarios con un gran margen de progresión: los hermanos Herrada, Ion Izagirre y Carlos Verona completaban el "grupo de los españoles". Capecchi, De Gendt y Visconti el de los escaladores al tiempo que todos ellos, junto a Bakelants o Ben Hermans apoyarían a Ulissi y Moser en las Árdenas. Bob Jungels y Adriano Malori cerraban la plantilla y se presentaban como un excelente apoyo en el llano, en el caso del luxemburgués además con un excelente margen de progresión en todos los terrenos.
Y mientras todo esto sucedía, este blog dormía el sueño de los justos. Después de dos intentonas frustradas de emparejar mi partida con una detallada crónica en este espacio, pensé que debía dejar pasar algo de tiempo, probar si el juego funcionaba realmente, si era viable una partida de varias temporadas y entonces sí, retomar esta aventura con más certezas que las dos veces anteriores.
Hoy, 22 de abril de 2015, 9 meses y 1 día después de aquel punto y aparte, retomo este blog mientras mis Omegaboys se desperezan para comenzar la temporada 2015, la tercera consecutiva de esta historia. Ahora sí, puedo afirmar que, como cantan los amigos de Delafe y las Flores azules, esto no se para.