Historias del PCM

Agrupados en dos días casi consecutivos (sólo hubo una jornada de descanso entremedias) se disputaban, justo antes del Tour de Francia los campeonatos nacionales de contrarreloj y ruta de la inmensa mayoría de países del World Tour (sólo Australia celebra sus campeonatos nacionales a finales de año). En el caso de los primeros, la trascendencia que ha adquirido la crono por equipos del Tour de Francia hizo que muchos de los mejores especialistas acudiesen en un excelente momento de forma a sus respectivos campeonatos. Para Etixx-Quick Step, con corredores de 10 nacionalidades distintas, fueron unos días apasionantes y, por supuesto, un excelente banco de pruebas.

En Estados Unidos, tanto Talansky como Phinney, incluidos en el 9 del Tour acudían con las máximas aspiraciones. De hecho, sólo el líder de Astana, Tejay Van Garderen, se presentaba como alternativa real a los norteamericanos de Etixx. Tanto que al final fue él quién se llevó el gato al agua, dejando Phinney con la miel en los labios pues sólo 8" le separaron del triunfo. Más o menos la misma suerte que corrió Kelderman, sorprendido en el campeonato holandés por Westra. El corredor de Tinkoff marcó un crono 7" mejor que el campeón del mundo. 

El campeonato alemán fue de los pocos que corrimos sin disputarlo. Con un único representante, Degenkolb, la crono fue más una excusa para acercarnos al punto de forma óptimo que otra cosa. El título, como no podía ser de otra manera, fue para Tony Martin. Sí hubo victoria en Francia, donde Chavanel revalidaba título por tercer año consecutivo. Las buenas noticias continuaron en Bélgica, donde un Thomas De Gendt pletórico (también está en el nueve del Tour), consiguió desbancar por fin a Monfort, campeón los dos años anteriores. Malori volvía a ser campeón en Italia después del paréntesis de los dos años anteriores y Castroviejo sorprendía al imponerse a Contador en el campeonato español. 

Los tres títulos de siete en los campeonatos de contrarreloj planteaban un interesante desafío de cara a los de ruta pues mejorar esa marca no iba a ser tarea fácil. Sin embargo ya en el de Estados Unidos, de nuevo el más madrugador, comenzamos con buen pie. Como en 2014, Phinney se filtraba en la fuga buena y resolvía con autoridad en la meta, resarciéndose del "fracaso" de la crono. Igual suerte corría Majka, al lograr hacer llegar su fuga junto al corredor del CCC, Pawel Charucki. En un agónico sprint, el polaco de Etixx conquistaba su primer nacional. La misma maniobra que sus compañeros intentó Kelderman en Holanda pero el excelente nivel del campeonato se hizo notar y la fuga donde el campeón del mundo se había filtrado no logró llegar a meta, siendo Bauke Mollema el vencedor final. 

El campeonato más espectacular acabó resultando el alemán. Una fuga consentida que el pelotón decidió echar abajo a 60kms de meta pero que, inexplicablemente, cuando tenía a 1' escaso, dejó ir. Quedaban entonces 35kms a meta y ante el estupor de todos la ventaja subió hasta los 2'30". Decidido a morir matando Degenkolb saltó a por los fugados y en una exhibición inolvidable consiguió darles caza a poco más de 5kms. Pero los problemas no habían hecho más que empezar para nuestro alemán pues el pelotón había decidido que podía ganar cualquiera menos Degenkolb y desde 20kms antes de meta iniciaron una feroz cacería. Les faltó un kilómetro y el Gran John consiguió su ansiado título de campeón nacional, el tercero para el equipo, igualando la marca de la crono.

Un Stybar absolutamente fuera de forma era incapaz de imponerse en el campeonato checo mientras que un excelso Chavanel firmaba un sobresaliente doblete con el campeonato de ruta, apoyado en un soberbio Barguil. Más o menos igual de intratable se mostró Gilbert en Bélgica, no dando opción a nadie. Un ex-corredor de nuestro Etixx, uno di noi, iba a imponerse en el, probablemente, campeonato más duro de todos cuantos se disputan, el italiano. Visconti se hizo con el triunfo frente a una constelación de estrellas. Capecchi, nuestro mejor corredor, acababa 8º. 

Y de nuevo la sorpresa presidió el campeonato español donde Markel Irizar dejó a Contador, Joaquín Rodríguez y Valverde con la miel en los labios. El pinteño, segundo, firmaba un doloroso doblete de medallas de plata pero afinaba su forma de cara al Tour de Francia.

Dowsett doblando en ruta y crono de Gran Bretaña, Sagan en Eslovaquia, Löfkvist en Suecia, Roche en Irlanda, Vaitkis en Lituania, Fränk Schleck en Luxemburgo, Lagutin en Uzbekistán, Betancur en Colombia, Rui Costa en Portugal, Valgren Andersen en Dinamarca, Solomennikov en Rusia, Schär en Suiza, Räim en Estonia, Doi en Japón, Kuschynski en Bielorrusia, Kusztor en Hungría, Hunter en Sudáfrica, Kocjan en Eslovenia, Roth en Canadá, Preidler en Austria o Ubeto en Venezuela eran los otros campeones nacionales que triunfaban en los últimos días de junio, justo tres días antes del inicio de la gran cita del año: el Tour de Francia.

Pero de eso os hablo en otro post.

Con la plana mayor de los grandes vueltómanos del pelotón internacional embarcados en una cruel batalla en Dauphiné la duda antes de empezar la ronda suiza era ¿quién vendrá a enfrentarse al flamante vencedor del Giro, el italiano Aru? La respuesta dejaba más incertidumbres que certezas, a saber, a Van Garderen o Kreuziger ya los había derrotado en la Corsa rosa mientras que los Valverde, Joaquín Rodríguez o Daniel Martin parecían un escalón por debajo del líder de Etixx-Quick Step. Así que vista la participación, la victoria de Aru se presentaba casi como inexcusable.

Y eso que la crono del segundo día, sobre 36kms, suponía un obstáculo considerable. De hecho el checo de Lampre-Merida iba a aventajar a Aru en 1'23" mientras que el norteamericano de Astana lo hacía en 39". La etapa fue para un excelso Tony Martin que le arrebataba el liderato al australiano Goss, vencedor de la primera etapa. Pero si poco le había durado la alegría al aussie lo mismo le iba a durar al alemán. El tercer día de carrera y en un puerto de segunda, Majka y Aru preparan una escabechina de la que sólo sale medianamente bien librado el irlandés Daniel Martin, que en meta pierda 1'10" con el italiano, ganador de etapa y nuevo líder. El resto de favoritos llegan a 2'26". Sin haber hecho su aparición la montaña de verdad, la desventaja de la crono está neutralizada. La carrera parece tener un capo.

El cuarto día de carrera se resuelve con una llegada al sprint en la que Nizzolo se impone a Debusschere. Justo ese día le había comunicado al belga que no contaba con él para la temporada 2016. Mejor suerte corrió otro de los belgas del equipo en Suiza. Bakelants iba a culminar una soberbia cabalgada en solitario con una gran victoria de etapa. Así se llegaba a la primera llegada en alto de la carrera, en la cima de Arosa. Allí, Aru volvía a demostrar que estaba muy por encima del resto de rivales. Apoyado en un excelente Izagirre se proclamaba vencedor en solitario, aventajando en 1'53" al segundo clasificado, el estadounidense Van Garderen. Daniel Martin, el menos damnificado por el show del segundo día, perdía 3'15". La ronda suiza tenía un virtual ganador, por mucho que faltasen dos colosales jornadas alpinas.

Pero antes de las etapas que habrían de decidir el podio, hubo tiempo para una nueva fuga. En esta ocasión con el sorprendente resultado de que el japonés Arashiro lograba imponerse, por fuerzas, a sus compañeros de escapada, entre los que destacaba el italiano de Etixx-Quick Step, Eros Capecchi. 

No tuvieron mucha historia los dos últimas días de carrera, al menos no de cara a la general. En la subida a Verbier del penúltimo día, Aru volvió a distanciar a sus rivales, sentenciando así la carrera, aunque en esta ocasión la etapa fue para Nocentini, en fuga desde el inicio. Y en la muy breve (95kms) pero durísima última jornada, la gloria fue para el tercer belga del equipo en Suiza. Thomas De Gendt protagonizó una extraordinaria fuga que le dio la victoria final con más de 5' de ventaja sobre un grupo de favoritos donde Aru, con la carrera sentenciada decidía no moverse para no perjudicar a su compañero. Al final, el botín no pudo ser más satisfactorio: a las dos etapas, el maillot de puntos, el del mejor joven y la general final del sardo hubo que sumar las victorias de Bakelants y De Gendt. El italiano se consolida como el gran vencedor de la primera mitad del año con sus victorias en Tirreno, Giro y Suiza. Ahora toca descansar. Al menos para él porque para el resto ya suenan a lo lejos tambores de guerra. 

Tour is coming...

Palmarés:

2013 - Alejandro Valverde

2014 - Chris Froome

2015 - Fabio Aru

Enmarcada dentro de ese amplio grupo de semiclásicas de carácter local que corremos para darle una pequeña satisfacción al patrocinador y a la afición, la Halle-Ingooigem, con sus siete tramos de adoquines, representaba un escenario perfecto para que los Boonen, Thomas, Degenkolb o Phinney, que van a formar parte del nueve del Tour se luciesen con una incontestable victoria. No fue tan incontestable por la "molesta" presencia de dos proyectos de cracks, el holandés Veelers y el belga Benoot, al que ya tengo echado el ojo para la temporada 2016. Ellos impidieron un nuevo show de los chicos de Etixx-Quick Step que, a pesar de todo, coparon las tres primeras posiciones del podio, eso sí, en un apretado sprint. La victoria fue para el alemán, con el norteamericano en segundo lugar y un recién renovado Boonen ocupando el tercer puesto. Ahora que lo pienso, en realidad si que fue un festival...

Palmarés:

2013 - Niki Terpstra

2014 - Greg Van Avermaet

2015 - John Degenkolb

Acudíamos a una de las grandes citas de la temporada en cuanto a vueltas de una semana se refiere con un doble objetivo: por un lado, repetir victoria, ya fuese con Barguil (2013) o con Contador (2014). Y por otro, avanzar unos cuantos pasos en nuestra preparación para el gran objetivo del año: el 5º Tour de Francia de Contador. Las tres últimas etapas, con las llegadas a Mont Bisanne y Granon más la crono de 42kms de Grenoble iban a suponer un excelente banco de pruebas. Y más cuando pudimos comprobar quienes iban a ser nuestros rivales: Froome, Quintana y Nibali. Básicamente los tres mejores vueltómanos del momento que no corren en Etixx-Quick Step. Todo un desafío, sin duda.

La primera crono, sobre un trazado de poco más de 7kms, sirvió, aparte de para otorgar el primer maillot amarillo, para comprobar que Froome llegaba muy fuerte. Sus excelentes prestaciones contra el crono le otorgaban el liderato y le permitían marcar las primeras diferencias con sus rivales: 21" a Contador, 25" a Nairo y 26" a Nibali. Para Tom Van Asbroeck iba a ser la primera etapa en línea, al día siguiente, al imponerse Boulo y Ciolek en un descafeinado sprint. El francés se iba a desquitar en la cuarta etapa, consiguiendo la victoria por delante del alemán y de Bonnet. 

Antes, el tercer día de carrera con cuatro cotas de 3ª y dos de 2ª en los 70kms finales, iba a poner en evidencia algo que se convertiría en una constante a lo largo de toda la carrera: cada uno de los favoritos iba a gozar de su minuto de gloria y de su día de miseria. En esta ocasión la primera fue para Nairo, vencedor de etapa y nuevo líder, y para Nibali, 2º, al mismo tiempo que el colombiano. La "miseria" acompañó ese día a Froome, que se iba a dejar 1'25". Contador, Barguil y Geniez, infiltrados entre medias, se dejaban 45" con el nuevo líder y con Nibali pero conseguían 40" respecto al británico de Sky.

Dos días más tarde la gloria iba a ser para Barguil, que acompañado por Nibali, se presentaba en solitario en la meta de Chanaz luego de haberse ido en el descenso de Le Petit Colombier. Froome solventó como pudo la situación cediendo 36" y la miseria iba a acompañar ese día al líder Nairo y a Contador, claro que éste último se había sacrificado por su compañero en la subida. Ambos perdían 1'58". Nibali era el nuevo líder y Barguil el primer espada de Etixx-Quick Step.

Se llegaba así a las dos jornadas de montaña decisivas con una muy atractiva situación de carrera pues la extraña posición de Contador en la general, casi descartado pero con un compañero por delante, nos permitía correr a lo suicida. Así, el pinteño se lanzó en la subida previa a la ascensión final. Por detrás, el peor papel le tocó a Nibali, líder de la carrera y obligado a perseguir. Pese a contar con la colaboración inesperada de Rolland, el italiano terminó pagando los excesos en la subida final a Mont Bisanne, cuando el ataque de Barguil le dejó contra las cuerdas. Al francés le siguió Quintana y un poco más atrás Froome. El colombiano se iba a hacer con su segunda victoria de etapa después de no haber colaborado con el francés en toda la ascensión. Nibali llegaba a 1'24" y se quedaba a sólo 7" de perder el liderato frente a Barguil, que sin estridencias era el único que aún no había fallado. Por su parte, un desfondado Contador se dejaba más de 4' con el colombiano vencedor de etapa. El trabajo hecho en el Col des Cyclotouristes le había costado caro.

Sin embargo al día siguiente y con el Col du Galibier por delante, justo antes de la subida final a Granon, un Contador sediento de gloria se lanzaba a por una victoria épica al pie del Telegraphe. Completamente relegado en la general, a más de 5' del líder, no suponía por el momento una amenaza considerable por lo que nadie quiso embarcarse con él en una locura sinsentido  que podía acabar costando muy caro. Así que en solitario el pinteño coronó el coloso alpino con más de 3' de ventaja y se lanzó en el descenso. Y fue en el descenso donde la guerra se desató. A varios ataques sucesivos de Nibali acabó respondiendo Froome con uno demoledor, cuando la bajada devenía ya en falso llano. El británico logró marcharse con Quintana relativamente cerca y con Barguil justo detrás del colombiano. Nibali había pagado caras sus bravatas y se descolgaba en cuanto llegaron las rampas del Granon. Por delante Contador seguía haciendo camino y pronto la ventaja se estabilizó en torno a los 2'. El madrileño no iba a asaltar la general, como había llegado a soñar pero la etapa era suya. Era su momento de gloria. Froome era el nuevo líder y teniendo en cuenta que la crono final le favorecía algo muy raro tenia que suceder para que la victoria se le escapase. 

Y lo que sucedió fue que Froome aplastó a todos sus rivales, los de la general y los de la etapa, en los 42kms de recorrido. Se hizo con su segunda victoria de etapa y con la general final. La sorpresa la protagonizó un excelso Alberto Contador asaltando el podio por delante de Nibali y de su compañero Barguil, que vivía así su momento miserable de ésta interesantísima Dauphiné. Si las enseñanzas aprendidas en Romandie y el Giro sirven de algo quizá podamos afirmar que se ha visto a un Froome demasiado en forma, teniendo en cuenta que falta más de un mes para las etapas decisivas del Tour. En cuanto a Nibali, es muy dudoso que logre mantener el altísimo nivel que muestra desde finales de abril. Romandie-Giro-Dauphiné es demasiada tralla como para pensar siquiera que vaya a estar en la salida de Futuroscope. Queda Nairo. ¿Será él, el gran rival de Contador en su camino hacia el 5º Tour? Eso es lo que parece.

Palmarés:

2013 - Warren Barguil

2014 - Alberto Contador

2015 - Chris Froome

ROUTE DU SUD

La última ronda por etapas antes del Tour de Francia no presentaba muchos más atractivos que los de poder entrenar con la carretera cerrada al tráfico. La más que discreta participación hacía prever un festival de Etixx-Quick Step, como así fue. Dos victorias de etapa para Degenkolb, al sprint, los dos primeros días y otras dos victorias más en los dos días siguientes. La primera para Talansky, culminando una preciosa fuga junto a Contador y la otra al día siguiente en una contrarreloj de 16kms, para Kelderman. El americano, que gozaba de 8" de ventaja respecto al pinteño gracias a las bonificaciones del día anterior, conseguía 1" más de ventaja y por tanto la victoria en la general final de una Route du sud a la que no está muy claro si su cercanía al Tour beneficia más que perjudica. A nosotros, desde luego, nos viene que ni pintada.

Palmarés:

2013 - Jesús Herrada

2014 - Warren Barguil

2015 - Andrew Talansky

El Giro 2015 se adentraba en su última semana de competición con la vista puesta en las tres jornadas previas a la llegada a Brescia, el último día de carrera. Las llegadas a Colle di Tenda (etapa 18) y Sestriere (etapa 20) junto a la crono de Turín (etapa 19) y dadas las diferencias con el resto de corredores, iban a encumbrar bien a Aru, bien a Nibali como ganadores de esta edición de la Corsa Rosa.

Pero antes y como suele suceder siempre en la tercera semana de las grandes vueltas, hubo tiempo para ver llegar un par de fugas. La fatiga y los abandonos habían mermado a los equipos de los sprinters por lo que tanto en la llegada a Lissone como en la del día después a Varazze, las fugas formadas en los primeros kilómetros de la etapa no tuvieron problemas para llegar a meta. Y fueron dos italianos, Battaglin y Gatto, los que se beneficiaron en los dos casos de la permisividad del pelotón para justificar su presencia y la de sus equipos en el Giro 2015.

Así se llegaba a la primera de las tres decisivas jornadas, la que acababa en el Colle di Tenda, Sin ser una etapa unipuerto, lo cierto es que no presentaba grandes dificultades antes de la subida final. Tan solo una corta ascensión de 1ª, Madonna del Colletto, a casi 60kms de meta y el posterior Colletto del Moro, de 2ª, a 30kms, pero demasiado suave como para poder endurecer la carrera, Y sin embargo fue en sus rampas donde Nibali lanzó sus primeras andanadas, buscando aislar al líder de cara a la subida final. Sin embargo, los Ulissi, Talansky y Jesús Herrada demostraban haber llegado en un excepcional momento de forma a la última semana y escoltaban a un impasible Aru que dejaba que sus fieles gregarios se viesen las caras con su único enemigo. Por si esto fuera poco, por delante, el polaco Majka, que se había infiltrado en la fuga del día, marchaba en cabeza, siempre pendiente de que sus servicios fuesen requeridos en la zona noble del pelotón. No hubo caso y el polaco se pudo marchar en solitario en busca de la victoria de etapa. Ya en la subida final, Nibali lo intentó con todas sus fuerzas hasta en cuatro ocasiones pero siempre se encontró con una extraordinaria respuesta de su rival... y del equipo de su rival. Y ese, a la postre, fue el factor que desequilibró la balanza. Porque cuando a menos de 5kms de la cima, Aru, que había marchado refugiado entre sus compañeros toda la etapa, lanzó su ataque, un fatigado y aislado Nibali se encontró sin fuerzas para seguirle. A partir de ahí el sardo forzó todo lo que pudo y en la cima conseguía 59" de ventaja que disparaban su ventaja por encima de los 4'. Con sólo una crono y la etapa de Sestriere por delante muy mal se tenían que poner las cosas para que no acabase consiguiendo su segundo Giro d'Italia.

Nibali necesitaba recortar distancias ya en la crono. Como fuese. Al menos recuperar lo que había perdido el día anterior en el Colle di Tenda. Sin embargo la sospecha de que el siciliano había llegado demasiado en forma al Giro se iba a confirmar cuando el cronometraje final arrojase un saldo favorable a Aru de 18". Nibali, que había ganado la crono de Florencia casi dos semanas atrás, se veía ahora relegado a la sexta plaza. El ganador, por cierto, era el holandés Kelderman, que al igual que sus compañeros, llegaba pletórico a la semana decisiva.

Con casi 5' perdidos y sólo una etapa de montaña por delante, Aru era el virtual vencedor de la carrera y sólo un descalabro histórico podía arrebatarle la victoria. Nibali, por su parte, tenía una doble ascensión a Sestriere y sobre todo el Colle della Finestre, para poner en jaque al líder. Pero no hubo caso. Un tímido ataque del siciliano a unos 10kms de la cima de éste último paso sólidamente respondido por el líder fue todo lo que vimos de lucha por la victoria. Nibali, resignado a su suerte, no iba a volver a probarlo en toda la etapa. Pero su ataque había servido para formar un terceto en cabeza con el propio corredor siciliano, el líder Aru y Pozzovivo. El jefe de filas de Astana, cuarto en la general, veía de repente la vía abierta para llegar al podio, ocupado hasta ese momento por el francés Pinot. Pozzovivo decidió imprimir un elevadísimo ritmo para impedir que el francés entrase y a partir de ahí ese fue todo el interés de la carrera. Por delante, el belga De Gendt, que al igual que su compañero Majka dos días antes se había infiltrado en la fuga buena, se proclamaba vencedor de etapa. Tres etapas seguidas para Etixx-Quick Step con tres corredores distintos. Excepcional. Por su parte, Pozzovivo se iba a quedar a 26" del tan ansiado podio mientras que Aru certificaba su segundo Giro d'Italia consecutivo llegando junto a Nibali.

Tres etapas con Aru más las tres de la última semana, la clasificación general, el sexto puesto de Talansky, el maillot de los jóvenes, el de la montaña y el de los puntos, todos ellos sobre las espaldas de Aru y, por supuesto, la clasificación por equipos es el excepcional balance de un Giro que obliga a pensar que quizás estemos al principio de una dinastía, la del sardo Fabio Aru, que, en voz muy baja, empieza a soñar con los 5 Giros de Binda, Coppi y Merckx. Con 25 años y dos victorias, no es una locura ¿verdad?

Palmarés

2013 - Alberto Contador

2014 - Fabio Aru

2015 - Fabio Aru

AMGEN TOUR OF CALIFORNIA

En la edición 2013, una fuga-bidón el primer día de carrera en la que se había infiltrado Ion Izagirre llegó a meta con más de 20' de ventaja. Aquella insólita permisividad dio como resultado que el vasco se adjudicase su primera victoria en California. Un año más tarde iba a repetir la maniobra, completamente convencido de que esta vez no habría caso. Pero ante el estupor de todos, de nuevo Izagirre conseguía una renta suficiente como para repetir triunfo final. Pues bien, si el experimento había salido bien dos veces, porque no buscar una tercera. En esta ocasión, con el luxemburgués Jungels. El despropósito de los años anteriores alcanzó aquí unas cotas surrealistas y la permisividad del pelotón fue tal que por momentos se temió por un fuera de control masivo. Los casi ¡40 minutos! con los que entraron la pareja Jungels-Offredo así lo justificaban.

No hubo mucho más carrera en los siguientes días. Gilbert acumuló victorias al sprint y Barguil demostró ser el más fuerte en las subidas. Pero poco más. El ganador lo decidió el pelotón el primer día de carrera cuando dejó marchar a Jungels con 40 minutos. Habrá que repetir en 2016. Por si cuela.

Palmarés

2013 - Ion Izagirre

2014 - Ion Izagirre

2015 - Bob Jungels

TOUR DE BELGIQUE

La gran prueba belga por etapas (con permiso del Tour de Wallonie) iba a concentrar su interés de cara a la victoria final en dos jornadas: la crono del tercer día y la abrupta quinta y última etapa, con un trazado muy de semiclásica de las Árdenas. Hasta entonces, Greipel y Goss habían aprovechado para hacerse con sendas victorias al sprint. La del aussie mucho más trascendente de lo que en su momento pareció.

La crono, de 15kms, parecía el terreno propicio para que el suizo Fabian Cancellara asestase un golpe mortal a la carrera pero sus prestaciones tampoco fueron tan sensacionales y aunque se hizo con la victoria de etapa, tanto Thomas, a 20", como Chavanel, a 28", conseguían dejar viva la carrera de cara a la última jornada. Entremedias, el alemán Greipel conseguía su segunda victoria al sprint.

La táctica de Etixx-Quick Step el último día era clara: desarbolar a Radioshack y a partir de ahí buscar el fallo de Cancellara con ataques continuos tanto de Chavanel como de Thomas. Y así salió, casi a la perfección. Y digo casi porque con lo que no contábamos ninguno era con que, si Cancellara caía, surgiese otro enemigo. Y éste resultó ser Goss. El australiano logró agarrarse a la rueda de Thomas cuando esté, por fin, logró soltar a Cancellara. Situado en la general a 1'01", no llegó a preocuparnos hasta que en la subida final logró soltar a un exhausto Thomas. Entonces, a medida que veía los segundos de diferencia acumularse, empezamos a preocuparnos, conscientes de que igual caíamos con Fabian. En meta, el cronometraje era apretadísimo y hasta que no salió la pantalla de clasificaciones no tuve la certeza de lo que había sucedido. Y lo que había sucedido es que Goss se había llevado la carrera ¡por 5 segundos! Sólo con que Greipel, por ejemplo, le hubiese ganado el sprint del segundo día, la victoria hubiese sido para Thomas. Pero no. Menospreciamos al aussie y el karma nos lo devolvió en forma de cruel derrota. Lección aprendida.

Palmarés:

2013 - Sylvain Chavanel

2014 - Edvald Boasson-Hagen

2015 - Matthew Harley Goss