Historias del PCM

Search

VUELTA A ESPAÑA (I): CONTADOR CERCA DE LA LEYENDA

Vuelta a España, primera parte

A Albacete, lugar de inicio de La Vuelta 2015, Contador acudía a algo más que una carrera, era una cita con la Leyenda pues un cuarto triunfo en la ronda española le colocaría como el corredor con más victorias de la Historia, 4 (2008, 2012, 2014 más la de este año) y, lo más impresionante de todo, como el corredor, junto a Eddy Merckx, con más victorias en una Gran Vuelta, pues a sus 4 entorchados nacionales habría que sumar 5 Tours y 2 Giros. 

Y que mejor manera de acceder al Olimpo que derrotando a tu gran enemigo, ese que se ha constituido en tu verdadera némesis en los últimos años. Hablamos, claro está, de Chris Froome. El británico iba a ser, a priori, el gran obstáculo de Contador en su ciclópea tarea y más tras la renuncia de Nibali, de vacaciones tras su infructuoso doblete Giro-Tour, y de Quintana, inédito tras su discreto papel en el Tour. Porque, por mucho que los Purito, Valverde, Horner, Anton, Henao, Porte, Mollema o Roche quisieran poner en apuros al pinteño, parecía poco probable que, si éste se encontraba en buenas condiciones, llegaran a inquietarle más allá de hacerle pasar algún mal rato puntual. Y más con el equipo que en Etixx-Quick Step habíamos juntado para la ocasión, repleto de buenos escaladores dispuestos a llevar en volandas a su líder hasta la Gloria.

Una Gloria que debía conquistarse paso a paso pero desde el primer día que, en este caso fue una crono por equipos de poco más de 20kms donde las diferencias se contaron en segundos, nada relevante en cualquier caso y que le otorgó a Sergio Pardilla el primer maillot rojo de La Vuelta 2015. Luego llegaron las primeras volattas y Kittel pudo levantar los brazos en Albacete mientras que Viviani lo hizo en Utiel, valiéndole a ambos sendas victorias para hacerse además con el liderato, Así de ajustadas andaban las cosas en esos primeros días. El cuarto cambio de líder, sin embargo, fue más significativo pues se produjo en la llegada a Borriol. Allí, en un muro de apenas 2kms, Contador dio el primer aviso de que había llegado a La Vuelta dispuesto a no dejar ni las migajas. Logró aventajar en 32" al grupo de favoritos y estuvo a punto de cazar, sobre la bocina, a los restos de la fuga, donde un inspirado Ben Gastauer conseguía imponerse.

Gastauer celebra su victoria de etapa al tiempo que Contador se exprime en busca de unos segundos de ventaja
Con Contador liderando ya la clasificación se llegaba al primer final en alto, en Vistabela del Maestrat. Allí, el madrileño iba a pecar de ambicioso, queriendo controlar la carrera él solo, saliendo a todos los ataques, ya fuesen de sus enemigos directos, como Froome, o de rivales de menor enjundia, como Dan Martin. Fue ese exceso de celo lo que le impidió responder al fantástico rush final de Purito, que no sólo consiguió la etapa y devolverle los 30" perdidos el día antes a Contador sino que logró arrebatarle el maillot rojo.

No habría de esperar mucho el pentacampeón del Tour para recuperarlo. Sólo tuvo que dejar pasar la etapa de Deltebre, donde Cammaerts conseguía la primera de las dos victorias que iba a acumular en esta primera parte de La Vuelta. Y es que el belga de Cofidis volvería a sorprender al pelotón dos días más tarde, en Mollerusa consiguiendo un doblete absolutamente inesperado. Entre medias, la llegada a Alforja permitió a Contador, merced a un ataque en el Coll d'Alforja (3ª), sorprender al líder. De hecho, casi pilló desprevenidos a todos y sólo Froome fue capaz, finalmente y de forma agónica, de no dejar ir al pinteño. El resto de favoritos, incluido el líder, iban a dejarse 1'25" en la meta. Con todo, el peor día para Joaquín Rodríguez estaba por llegar y es que a 20kms de la mencionada meta de Mollerusa, al día siguiente, en una caída en apariencia intrascendente, el catalán se iba a fracturar la clavícula, viéndose obligado a abandonar. La Vuelta perdía al único corredor que, hasta el momento parecía en disposición de poner en apuros a los dos grandes capos. Y lo hacía en víspera de las dos trascendentales etapas pirenaicas. 

La primera de ellas iba a llevar al pelotón desde Balaguer a Rassos de Peguera a través de 155.5 kilómetros, con dos puertos de 3ª, uno de 2ª y la ascensión final, donde, en teoría debían jugarse todo los favoritos. Sin embargo, subiendo el Coll de Jou (2ª), a 54kms de meta, se produce un corte donde entran hasta 6 corredores de Etixx-Quick Step (Contador, Barguil, Ulissi, Majka, Izagirre y Capecchi) y algunos outsiders como Dani Moreno, Horner o Mollema. Froome, por el contrario, no está y tarda en reaccionar, tanto que cuando comienza la ascensión de la penúltima dificultad del día, el Coll de Jouvet (3ª), marcha con 1' de retraso y, lo que es peor, solo. El ritmo por delante es terrible, y cuando coronan, ya sólo quedan 3 corredores del equipo del líder. Ulissi y Barguil dan continuidad a la labor de sus compañeros en el descenso aunque un desatado Froome logra entrar justo unos cientos de metros antes del inicio de la ascensión y no sin hacer un titánico esfuerzo. Y ese es el momento elegido por Contador para lanzar su apuesta. Sin dar tiempo al británico a recuperar se lanza hacia arriba, con un ritmo sostenido que da la impresión de buscar más el colapso de su rival que abrir un hueco grande muy rápido. El líder dosifica y Froome termina desfalleciendo, lo que dispara la ventaja por encima de los 2'. El corredor de Sky ve incluso como Anton y Henao le cazan a punto de coronar, en plena pájara. Al final, los tres ceden 2'51" con Contador, que parece haber asestado un golpe letal a la carrera de la misma manera que lo hizo en Hautacam en el pasado Tour de Francia. 


En el corazón de los Pirineos, Contador asesta un golpe casi letal a la carrera. El 4º triunfo empieza a ser una realidad
Pero Contador no quiere ganar esta Vuelta de cualquier manera, quiere entrar en la Leyenda destrozando a sus rivales en todas y cada una de las etapas de montaña. Esa desmedida ambición estará a punto de costarle caro en la segunda jornada pirineaica. Después de haber coronado la Bonaigua y subiendo el Portillón, el pinteño se marcha en solitario. Corona y en el descenso aprieta los dientes. Pero esta vez no es un cara a cara con ningún rival en igualdad de condiciones, esta vez pelea contra un nutrido grupo de lo más granado de La Vuelta. Cuesta admitirlo pero ha mordido más de lo que podía tragar. Por eso no sorprende que subiendo el Peyresourde, la última dificultad montañosa antes del descenso a Loudenvielle, acaba desfalleciendo y pasando verdaderos apuros para mantenerse en el grupo de los favoritos donde un excelso Igor Anton ha puesto tierra de por medio. El vasco se proclama vencedor de etapa con 1'28" de ventaja sobre el grupo de favoritos donde un exhausto Contador entra el último a punto de cortarse. Anton es 3º y Contador ha sembrado dudas sobre los límites de su supuesta fortaleza. Quedan 11 días de carrera para despejarlas.

Así que La Vuelta 2015 tras 10 días de carrera



nanomag

Pero no volvió la cabeza


0 thoughts on “VUELTA A ESPAÑA (I): CONTADOR CERCA DE LA LEYENDA